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#RezoEnFamilia | Oración del Día

Te adoramos, Cristo de la Vera-Cruz, Verdadero Dios y verdadero hombre, Salvador nuestro, Dios con nosotros, fiel y rico en misericordia, Rey y Señor de la Creación y de la historia, Vencedor del pecado y de la muerte, Amigo del hombre, resucitado y vivo a la derecha del Padre.

 

Creemos en Ti, Cristo de la Vera-Cruz,
Hijo unigénito del Padre, que bajaste del cielo por nuestra salvación,
Médico celestial, que te inclinas ante nuestra miseria,
Cordero inmolado, que te ofreces para rescatarnos del mal
Buen Pastor, que das la vida por el rebaño que amas,
Pan vivo y medicina de inmortalidad, que nos das la Vida eterna.

Líbranos, oh, Cristo de la Vera-Cruz,
Del poder de Satanás y de las seducciones del mundo,
Del orgullo y de la presunción de poder prescindir de ti,
De los engaños del miedo y el desasosiego,
De la incredulidad y de la desesperación,
De la dureza de corazón y de la incapacidad de amar.

Sálvanos, Cristo de la Vera-Cruz,
De todos los males que afligen a la humanidad,
Del hambre, de la escasez y del egoísmo,
De las enfermedades, de las epidemias y del miedo del hermano,
De la locura devastadora, de los intereses despiadados y de la violencia,
De los engaños, de la información maligna y de la manipulación de las conciencias,

Consuélanos, Cristo de la Vera-Cruz,
Mira a tu Iglesia que atraviesa el desierto,
Mira a la humanidad, aterrorizada del miedo y de la angustia,
Mira a los enfermos y moribundos, oprimidos por la soledad,
Mira a los médicos y a todos los trabajadores, extenuados por el cansancio,
Mira a los políticos y a los administradores, que cargan con el peso de las decisiones.

Danos Tu Espíritu, Cristo de la Vera-Cruz,
En la hora de la prueba y de la desorientación,
En la tentación y en la fragilidad,
En el combate contra el mal y el pecado,
En la búsqueda del verdadero bien y de la verdadera alegría,
En la decisión de permanecer en Ti y en tu amistad.

Y ábrenos a la Esperanza, Cristo de la Vera-Cruz.
Si el pecado nos oprime,
Si el odio nos cierra el corazón,
Si el dolor nos visita,
Si la indiferencia nos angustia,
Si la muerte nos aplasta,
Ábrenos a la esperanza, Cristo Bendito.

Amén.